ABC del ahorro, creando hábitos
Lograr un buen poder adquisitivo no necesariamente es cuestión de cuánto ganas, sino más bien un tema de hábitos relacionado con un buen control financiero, que suele basarse en condicionamientos o educación. Esto es: si no administras de manera adecuada tu dinero, seguramente fuiste condicionado para no hacerlo.
Para dominar el dinero hay que saberlo gestionar. Las personas suelen pensar que al administrarse restringen su libertad de acción, o bien, suelen justificar que no tienen suficiente dinero para administrar.
Manejar correctamente tu dinero nunca restringirá tu libertad, al contrario, la va a incrementar. Es decir, un buen hábito te ayudará a crear esa libertad económica que ansías para no tener que trabajar nunca más o lo que es más viable, no depender de un puesto de trabajo.
Es simple: cuando comiences una correcta administración de tu dinero, empezarás a ver que te sobra, aunque sea un poco. Hay un pensamiento interesante en este sentido: “Hasta que demuestres que lo sabes manejar, obtendrás más…”
Antes de lograr una buena cantidad de dinero debes adquirir los hábitos y actitudes para administrar una cantidad pequeña. El ser humano es una criatura de hábitos, y se trata de crear o fomentar el hábito de administrar.
Es necesario eliminar prejuicios como que para hacer dinero hace falta dinero; las personas que piensan así creen que no tiene sentido guardar pequeñas cantidades. Debemos comenzar ahorrando poco a poco, invirtiendo poco a poco; esto fortalecerá el hábito que necesitas, y te aseguro que eso es más valioso que la cantidad de dinero que vas a manejar.
La siguiente idea que ha de fomentar tu hábito administrativo, adecúala a tu realidad. Es importante aprender a manejar cuentas bancarias diferenciadas en este ejercicio.
El ABC del ahorro: emplearemos 5 cuentas bancarias totalmente diferentes:
1. Cuenta de ahorro: ingresa 10% de tus ingresos.
2. Ahorro a largo plazo: deposita el 10% de tus ingresos, para tener siempre liquidez.
3. Cuenta para desarrollo: libros, cursos, universidad o preparación personal.
4. Cuenta de necesidades básicas para financiar gastos cotidianos como gastos de luz, teléfono, gas, entre otros:
5. Cuenta de ocio. Tienes derecho a divertirte, mantén un apartado con algo de recursos para futuros viajes, vacaciones o eventos relacionados con la diversión.
Por una buena cultura, también te sugerimos una cuenta para donativos. Abre una cuenta para dar a otro que lo necesite algo de lo que tú ya lograste. Dar a los demás te enriquecerá el espíritu y fomentará las buenas vibras hacia tu vida.
La regla para que esto funcione es que desde el principio del plan inicies con el pie derecho: tu dinero según lo obtengas, deberás gestionarlo a las cuentas sugeridas. Aquí empiezas a fomentar un buen hábito. Lo que se repite se vuelve ley, luego entonces con el tiempo, esta regla quedará firme tal y como un hábito suele quedar en nuestras vidas.
También debes comprender que no requieres grandes sumas para empezar. Un peso, dos, cinco; lo que puedas, pero empieza ya a fomentar dicho hábito.
Abre tus cuentas, establece un compromiso hacia ti y empieza con tu objetivo de fomentar patrones de consumo saludables.
Por: Ferratum.
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